¿La vida nos cambia o cambiamos la vida?
Aquí está mi historia, soy la segunda de 4 hermanos en los cuales el mayor
es una persona con complejos emocionales, a la cual no le gusta nada y se
siente rechazado por todo el mundo lo cual no es real el creció con una
mentalidad bastante extraña según mi punto de vista él se creó un mundo
imaginario en el que él es un niño rico que puede hacer y deshacer, que no
tiene responsabilidades y que puede darse todos los lujos existentes, lo único
malo de esto es que no es real, el siguiente tiene un leve retardo mental hoy
teniendo 18 años actúa como un niño de 14 siendo una persona bastante
extrovertida y que le gusta basilar a las personas con chistes bastante malos a
los cuales solo en le encuentra la gracia, y el menor un ser divino es un niño
discapacitado como lo dice todo el mundo, tiene autismo severo, retado mental y
epilepsia, el no entiende nada de este mundo el solo vive en el suyo, tiene una
cualidad muy grande y es que aunque no sabe hablar le encanta la música y
también grita mucho, crecimos juntos, nunca nos lo decimos pero nos queremos
mucho, aunque mi mama dice que hizo de todo para sacarnos adelante, yo creo que
aquí el personaje principal es mi abuela, que aun si sin tener un peso en el
bolsillo nunca nos dejó sin un plato de comida, ella es la mujer más guerrera,
luchadora que he conocido jamás, ella considero yo que murió sin tener un buen
recuerdo ya que la pobreza extrema en la que vivíamos solo le hacía pensar en
trabajo y en maneras de salir adelante que hasta el día de su muerte no lo
logro, tuvo 15 hijos y aunque se casó 3 veces desde que tengo memoria estuvo
sola, sin un hombre que respondiera por sus hijos, después de un tiempo
por desgracia su salud se vio afectada y ya no pudo ver más de sus hijos así
que se convirtió en una responsabilidad de todos y tengo que decirlo no todos
la cumplieron ella siempre dio todo por sus hijos y el día de su muerte solo
estuvieron unos pocos con ella, el recuerdo que más marco mi infancia fue aquel
en que en mi casa no había una sola migaja de comida, nos tocó pedir regalado
al vecino de enfrente algo para comer ya que hubo un tiempo en el que mi mama
se convirtió en alcohólica, de la vida alegre que llaman, y además de eso tenía
unos novios bastante extraños algunos muy adinerados pero que no le ofrecían
nada seguro, y otro por el contrario desesperados por conseguir dinero para
saciar su sed de alcohol; la comida que nos regalaba el vecino en realidad no
fue nunca un regalo, teníamos que asear su cocina, habitación, sacar a la
basura los sobrados de comida y hasta alimentar y bañar la mascota, ahí si como
dicen "nada es gratis en la vida", el casi siempre nos daba mercado
para que nosotros cocináramos, en ese entonces no había gas natural o por lo
menos no donde yo vivía, nos tocaba con pipetas de gas las cuales eran
demasiado costosas, hubo un tiempo en el que no nos alcazaba el dinero para
comprar, pero afortunadamente me las ingenie, con unos bloques que estaban en
el patio, una parrilla y unas ramas del monte hicimos una mini estufa en la
cual la comida no quedaba muy sabrosa pero por lo menos teníamos algo para
calmar el hambre como decía mi abuela.
En la época del colegio, me volví una persona demasiado rebelde yo quería
lo que todas mis compañeras tenían, una familia, una vida, no quería seguir
siendo la sirvienta de la casa, la que hacia los mandados, la que tenía que
lavar y cocinar por el hecho de ser la mujer, la que por ser una niña pobre
todos querían abusar y no estoy hablado de abuso de confianza y que al final
siempre me las arreglaba para huirle a los perversos hombre y como les digo yo
viejos verdes, uno de mis recuerdos de la primaria es cuando salía de estudiar
iba con una tía a trabajar en un jardín infantil haciendo el aseo lavanda
baños, trapeando el piso, encerando, limpiando el polvo, no tuve muchas amigas,
nunca tenía algo para compartir con alguien me daban dos mil pesos para las
onces y no diarios fueron diarios sino semanales, aunque siempre me las
arreglaba para todo, mis onces siempre fueron 5 paquetes de chitos de doscientos
pesos y jugos de cien y me quedaban quinientos para dulces y fotocopias,
siempre me ha gustado ahorrar cuando podía los quinientos pesos que me quedaban
en la semana los guardaba en un saco viejo que nadie usaba ese fue mi escondite
hasta que des afortunadamente mi mama lo encontró y me sacaba poco a poco lo
que iba ahorrando hasta dejarme sin nada, no fue que yo la encontrara sacándome
el dinero ella misma en una de sus tantas borracheras me lo contó y según ella
lo hacía para que yo no me fuera a volver alguien envidiosa con mis hermanos
porque si tenía plata y ellos no; al fin no creo que en el año haya alcanzado a
completar más de veinte mil pesos, así que por diferentes resentimientos
y motivos empecé a cambiar mi actitud que ahora no se si fue malo o
bueno ya que, pero siempre mis aptitudes fueron las mejores, eso me separo de
mi familia pero empecé a vivir cosas que jamás hubiera podido vivir junto a
ellos así yo pusiera todo el empeño y todas ganas ellos no lo hacían no sé si a
ellos les gustaba llevar esa vida lo que sabía es que yo quería cambiar las
historia y yo no podía hacerme cargo de todos, si llego a tener hijos quiero
que lleven una vida como la mía no como la de mi infancia llena de malos
recuerdos, como la que tengo ahora porque a mí nadie me odia, no tengo
conflictos con nadie si me llego a morir sé que conocí personas de todos los
estratos y de toda clase social o etnias, y de todos aprendí algo siempre me he
caracterizado por ser trabajadora como mi abuela pero con un poco más de
ambición de ganas y de oportunidades, siempre le he sacado el jugo a mis
habilidades y mis defectos los he tratado apocar, aunque sé que no soy perfecta
cada día trato de sacar una versión mejorada de mí, me hablo a mí misma y no
porque este loca, ni más faltaba me doy consejos miro a otras personas y tomo
lo bueno de ellas y trato de ponerlo en práctica, pienso que puedo tener todo
lo que pe propongo y no hablo de lo material, porque es lo menos importante
ahora tengo una familia no tengo hijos pero tengo mama, papa, hermanos, tíos y
tías, los quiero mucho y ellos a mí, sé que tenemos defectos pero es lo que
menos me interesa solo quiero sacar lo bueno de ellos que me escuchan me
comprenden y hasta les he dado concejos para mejorar los cuales algunos de mis
familiares lo ponen en práctica otro no si inmutan, lo que importa es poner ese
granito de arena y ponerse metas para ser mejor día a día.
KADA, MOYANO M